Unir Constelaciones – Capítulo II

La verdad mucho después supe de la magnitud de aquella pérdida. Primero porque tenía 14 años y para un adolescente la muerte siempre se ve de lejos. Segundo porque a seiscientos kilómetros de distancia y ferry para cruzar el río de Zárate Brazo Largo, alejaban más, no saber quien era, y en nuestro egoísmo solo desilusión, ya que nuevamente nos  quedamos sin nuestra conexión con el Karate. Y Tercero porque aun no cultivábamos el amor a un Sensei porque no sabíamos que era tenerlo, ni lo habíamos encontrado aún.

Así fue que en ese impas solo entrenábamos las técnicas hasta allí transmitidas por Pedro. Que también tuvo lo suyo, en ese paréntesis de karate, Sanabria y Ruiz Díaz me introducen en el atletismo, para obtener resistencia y musculatura, El ya lo practicaba, y su apodo era Musculito ¡jajá!, era motivo que lo ponía furioso cuando algunos conocidos le gritaban por la calle, como cargada hasta el punto de agarrarse a las trompadas, puesto que por aquellas épocas pocos practicaban el Fisicoculturismo y cuando el se daba cuenta que se lo decían en forma de sorna, montaba en cólera y sus sobradores de turno la pasaban muy mal.

Fue así que un día de noche me pasan a buscar a correr, ¡¡CORRER¡¡, correr a quien? pregunté. ¡a correr¡, me responde, para entrenar resistencia, me dice, la verdad esa iba a ser la primera vez que correría por correr, el famoso “footing”, pregunté “¿a dónde vamos?, por aquí nomás?” ¡A San Carlos¡, responde, ¿escuché bien? me pregunté, ¿A dónde? volví a cuestionar, “¿donde está el castillo?” dije con cara de ni en pedo y en retranca; Sanabria larga una carcajada, ¡¡Sí, hasta allá¡¡ afirma, yo solo iba allí en el Torino de mis tíos, con Raúl mi Primo, para practicar el dominio del derrape en las curvas en el circuito de ripio de aproximadamente 6 kilómetros, demás está decir que para la mentalidad de la gente eso era un lugar lejos, imagínense que se iba al almacén o a la panadería  en auto, viejas costumbres de ciudad chica.

Y allí fui, ya estaba exhausto de solo pensar, los tres corriendo a la par, pensé que llegábamos a la puerta del Parque Rivadavia y volvíamos, así que empecé a aminorar la marcha, pero no fue así, ellos se introdujeron dentro del circuito y los perdí¡¡¡ obvio ellos estaban entrenados, y yo? verdadera piltrafa humana andante, casi  bailoteando en zigzag, queriendo agua para beber, los seguí ya sin verlos y los coches de frente encandilándome,  ya era noche, las 21hs más o menos, y recordé que San Carlos a esa hora además se tornaba en “Villa Cariño” , las pareja allí trataban de concretar sus apetitos sexuales. Jajá, por aquella razón ponían la luz alta para que no pudiese distinguir quienes eran sus ocupantes para después chusmear en el café de moda del pueblo.

Por primera vez recorrí a pie el circuito de aquel parque encantado, miré el cielo estrellado, ya no me importó estar solo, me concentré en rearmar mi decaído espíritu y seguir, de hecho cada tanto caminaba para tomar aliento y retomar luego mi trote, en un momento sin pensarlo aparece ante mi el famoso “Hostal del Río”, la confitería bailable más famosa de la región, por su vista a Salto Chico, sus enormes ventanales  como cuadros, el hogar en el centro de la pista de baile, su techo de paja y chimenea humeante,  no me podía imaginar bailando allí con alguna chica aún, pero mis hormonas estaban dispuestas llegado el caso, faltaría un par de años más para vivirlo intensamente.

Pasando el Hostal la bajada estaba ante mi,  y dejé mi cuerpo en libertad para aprovechar aquella depresión y no esforzar mi cansado trote, de pronto la oscuridad me invadió, y no se por qué pensé en la “oscuridad misma”, me vinieron imágenes de películas de terror, espíritus malignos y otras yerbas, pronto, pensé en Barnabas Collins, el Drácula de la época, Pensilvania y toda esa mierda, al ver el tenebroso Castillo a mi izquierda en lo alto y en la oscuridad, reflejada por la luz de la luna a mi derecha desde el río, mis piernas reaccionaron no me pregunten por qué, pero la fuerza e impulso para llegar a la salida fue sobrehumana, tan sobrehumana como los monstruos que atormentaron mi cabeza en aquel momento, empecé a putearlos a los dos por haberme llevado hasta allí, me juré no volver a correr más por las noches en “San Carlos”, la luna reflejaba su luz a mi derecha y el corazón sonaba más que el bombo del Tula. Entro a un arenal y se me llenan las zapatillas y la P..M  y  Sanabria y Vito Q…T… Parió…y seguí corriendo sin importarme nada, traté de dejar la mente en blanco, mejor, pensar en lo cansado que estaba, era más benigno que ¡¡¡toda la mierda de zombis en mi cabeza¡¡¡. En ese momento, miré sobre mi hombre y la silueta del terrorífico castillo en la loma ya se perdía en la lejanía en mi repentina y vertiginosa carrera… por suerte, pero no se por qué seguía sintiendo las ánimas detrás mío, hasta que se disiparon al llegar a la entrada del parque y encontrar a los dos esperándome sentados en un muro.

¿Y, qué te pasó?  Dice Tito. ¡Nada!, respondí, ¿Por qué tardaste tanto? (con su sonrisita socarrona), le respondo con la misma pregunta. ¿Por qué tardaste tanto?, poniendo tono bobalicón, mientras oía sus risitas y me sacaba la arena de las zapatillas. ¿Y, estás bien? (ahora tono de preocupación). ¡Si¡, les respondo, ¿por qué no se van a la mierda?, y al rato ellos retoman el trote nuevamente descansado y hacia la ciudad por la carretera, les grito  “¡Noooo¡ paren!”, pero ellos se alejaban, no me escuchan, pero Dios debía estar de mi parte me dije, al ver pasar el 2 (colectivo). Y le hago seña para que pare y este para en mi suerte, meto la mano en el bolsillo mientras llego a la parada, tenía plata, más suerte dije, era para la coca cola, me subo y me siento con todo el placer del alma, y los veo a Tito y Vito corriendo al costado de la carretera, saco mi cabeza por la ventana y les grito ¡Chau, nos vemos!, y ya no escucho las barbaridades que me gritan, jajá, solo distingo sus ojos encendidos de furia, jajajá, me seguía riendo solo, pensando en lo que me dirían el día que nos volviéramos a encontrar en la práctica, jajá, mi imaginación era prolífica, jajá, una noche muy especial para comenzar mi entrenamiento de Karateka…

La alentadora noticia parecía llegar, al parecer el segundo instructor de Samurai, del Dojo de Sensei Itaya, se estaba haciendo cargo paulatinamente de las clases, así fue lo manifestado por Pedro al volver de otro de sus viajes, y retoma los contactos con  Buenos Aires y la transmisión parecía afirmarse y continuar, … gran suerte para nosotros.

Nuestro grupo comienza a tener un crecimiento sostenido,  y con buen atino Tito acuerda con Pedro para organizar un grupo de colaboración donde todos pagarían como una cuota para poder solventar los viajes de Humeres a Buenos Aires, y además propone la posibilidad de generar un fondo para el futuro alquiler de un local como espacio para tener un dojo propio. Es aquí donde cabe mi agradecimiento infinito a ellos más que nada porque en mi calidad de estudiante solo dejaba dinero cuando podía y la verdad poco podía, casi nunca, mis estudios se llevaban todo lo que me mandaban mis padres.

En el transcurso de esta idea, Pedro Humeres da examen y le otorgan la graduación de 7mo Kiu, de allí en más ya teníamos el primer  graduado en el grupo, y sentimos por primera vez ciertos celos de competencia, pero con gran madurez Horacio Sanabria nos convoca y con sabiduría nos indica que Pedro Humeres de aquí en más será nuestro instructor, y debemos respetarlo como tal, nos explica que siendo el la persona que se sacrifica en las prácticas que nosotros desconocíamos en Buenos Aires, era el indicado, además de ser el único con la experiencia de haber dado un examen oficial de una verdadera escuela de Karate Do en Concordia, debería ser nuestro instructor, de allí en más la lucha solo se concentraba en obtener un lugar de práctica, pero nunca hallábamos el adecuado, nada tenia la soledad y el respeto de ambiente que requería un Dojo, pero a decir verdad en nuestras cabezas por aquellas épocas tampoco teníamos idea de cómo se conformaba el mismo, y para peor tampoco el conocimiento del respeto entre Sensei, Sempai,  Kohai, ni hablar del Dojo Kun y menos decirle a Pedro “Maestro” después de ser compañeros y amigos en una sociedad que no conocía nada de la cultura oriental.

Imagínense la siguiente situación: Humeres después de estar bajo el rigor en el Instituto Samurai, se para ante nosotros y obviamente no sabe como expresar para que tomemos a bien las costumbres entre los practicantes dentro de un dojo, como debíamos comportarnos, eran costumbres que hoy, pienso, no se animaba, porque no sabía como íbamos a reaccionar, su prudencia fue magnifica, y rápidamente me di cuenta que Sanabria era su voz en nuestras charlas fuera de las prácticas, donde conversábamos en reuniones y asados sobre todas las costumbres, y preguntarnos el significado de la palabra “OSS¡¡”

Mis 14 años eran poca cosa para revertir cultura a personas mayores que Yo, es más, me empeñaba en no ser oriental sino uno más de ellos, y entendí mi equivocación,  gracias a vivir esta historia junto a ellos.

Sanabria y Humeres consiguen obtener un permiso para poder utilizar el espacio de una vieja usina abandonada, de la vieja compañía de electricidad de la Ciudad de Concordia (hoy el Gimnasio Municipal), y allí fuimos a parar, practicábamos sobre el contrapiso, en invierno, no teníamos puerta, a veces teníamos que mojar el piso para que no se levantara el polvillo del mismo, y las palomas nuestras únicas compañeras, desde las cabreadas de metal, en momentos de mejor concentración se hacían notar de diferentes formas, que Ustedes se imaginarán, de allí en más, empezamos a practicar con el calzado llamado alpargatas.

¿Tener karategui? era otra odisea, las costureras de la zona nunca entendían lo que queríamos, y para peor cuando aparecíamos con diferentes tipos de lonas nos echaban de sus casas, jajá, como verán, nadie podrá negar que en los tiempos de hoy todo es mucho mas fácil, tal vez motiva que cuente estas historias, para que los jóvenes de hoy valoren porque tienen la posibilidad de practicar un Karate con solo elegir un gimnasio e ir a una casa deportiva y comprarse un karategui… 

Unir Constelaciones – Capítulo I

Modificando el Yo Inquieto


Las personas al conocerse en los encuentros, presentaciones o decisiones de pertenecer a un grupo de determinada actividad, creen generalmente que es ocasional. Cuando se determina la elección de un  Dojo, e inscribirse, se detiene solo en las acciones de presentación, y se cree en la casualidad por la elección del lugar.-

En contraposición hay personas que no creen en la casualidad, pero carecen de estímulo de investigación de los porque, solo piensan el si habría hecho aquello…o supongo que….-

MI razonamiento, implica que todos los hechos y los haceres, están enlazados en constelaciones espirituales que tienen un encuentro, que se unen por motivos a descubrir.-

Sabemos y leemos de  métodos y escritos, sobre este tema, pero cuando una persona enseña y propone crecimientos espirituales, en prácticas, se debe obtener la sabiduría porque se revelan caminos a  analizar  en nuevos despertares, creer o no, es una elección a tener en cuenta, en consideración, según los casos.-

El que no cree exige largo plazo de tránsito, y el que cree deberá estar atento a diario.-

La vida considera infinitos encuentros en distintas acciones, las historias enseñan los grandes males y las grandes bondades, repetirlas es solo una elección en el camino.-

El Comienzo

Salía de haber rendido la materia geografía en Diciembre de 1972, ya me  había llevado Química y Matemáticas para Marzo, y esta era la tercer materia, lo cual todavía no definía pasar de año escolar, y sentenciaba unas vacaciones muy intranquilas, mi falta de control dejó que durante el año no aprovechara las ventajas extra curriculares sobre una materia fácil, pero la edad del pavo me venció, yo era amigo del hijo de la profesora y su marido era el contador del negocio de mi tío.- Luego de una gran decepción en no eximirme en dicho examen, no quedaba otra cosa que volverme a Buenos Aires, mis vacaciones eran al revés, cuando todos venían a Concordia yo volvía a la casa de mis padres, y esta vez derrotado por una fácil materia…..-

Así cabizbajo y meditabundo me fui caminando al puerto de la ciudad, pueblo de mierda me dije, para poder convencerme de que ya eran mis últimos días y no sufrir la despedida, y mi mente recordando una y otra vez, cada momento del examen, la voz de ella, La Tulia ¡¿y Maehamasaki donde desemboca el Rin?.- silencio……y dale con el Rin… yo quería hablar del Eufrates y el Tigris y me sale con el Rin…sabia las demás bolillas pero justo me tuvo que tocar ésa…que someramente la había leído… pero su venganza estaba escrita, le rogué a esa mesa de tres, para que me preguntara otra cosa, pero de pronto recordé sus ruegos para que dejara de liderar el bochinche en sus horas de clase, golpeando la tapa del pupitre con bisagra, cuando ella se daba vuelta para escribir en el pizarrón y los demás que se unían a mi iniciativa para detenernos cuando ella volvía hacia nosotros, parando todos al mismo tiempo, poniendo cara de nada.- jaja, ok , ya se me fue la sonrisa.-

Llegué al borde del espigón y el río estaba allí, manso y tranquilo, cristalino como ya no es, seguí su silueta y llegué hasta el balneario viejo, casi frente a la cancha de Estudiantes, y recordé otros veranos, donde con mis primos paseábamos en las noches  luego de la cena con los tíos y abuelos antes de dormir, pero nada sumaba a mis circunstancias del momento, los veía sentenciando ni regreso, y las cargadas de mi primo Raúl para luego consolarme y darme su apoyo, seguramente mi único aliado “_.¡no te calientes, la das en marzo¡ y chau.¡¡ El estaba cruzando el 5° año Nacional en aquel momento.- Tomé los apuntes y la carpeta Rivadavia de un vértice y la tiré al Río de Pájaros según Falú, a ver si lograba por lo menos hacer sapitos, antes de que se hundiera, iluso de mi, retumbaba en mi mente. -¡dónde desemboca el Rin?…me imaginé haciendo la plancha en “el Uruguay, que no es un río sino un cielo azul que viaja”…. y llegar al Río de la plata y así ahorrarme el pasaje.- ¡¡Pero algo ocurrió en aquel momento que mi ojos pescaron justo; dos personas pasan corriendo a mi lado en ejercicio matinal logrando ver que sus pantalones eran blancos y anchos como los de judo y karate, de pronto se detienen, uno de ellos vuelve sobre sus pasos, y me pregunta.- “Vos sos del Tokio”? (nombre de la tintorería única en el pueblo), .-Si ¡¡ contesté.- ¿practicas judo o karate? –“¡Algo de Judo” conteste, -“OK¡ nos veremos” dijo, y me quedé con algunos interrogantes, eran personas de unos 25 años..- “¡Nos vemos¡” respondí como al pasar, y otra vez retomé mi presente y otra vez vi mi derrota intelectual.- La llegada a casa fue de terror, me recibe Raúl, ¡¿y como te fue?-. Me partieron¡¡respondí.- No¡¡que boludo geografía¡¡ jaja, la cargada de mi primo, te partió la Tulia,¡¡¡ Ella había sido y era profesora del Nacional , su colegio, en aquel momento, jaja, bueno la das en marzo¡¡  Los tíos no fueron tan benignos, como sabia que ya empezaba mis vacaciones, me dijeron saca pasaje para la semana que viene y te vuelves¡¡…hasta marzo.-

Ese mismo fin de semana después del medio día del sábado, tocan timbre y preguntan por mi, para mi sorpresa era la misma persona que corría en el balneario, mas sorpresa aun fue ver que El y mi tía Teresa, charlaran efusivamente, luego me dijo que eran compañeros de trabajo en la única concesionaria IKA Renault de aquella ciudad, que casualidad¡¡, El le pidió permiso si me podía llevar a practicar a su casa y ella me preguntó si quería ir, y le dije que sí. OK dijo El.- ponte una ropa deportiva y vamos. ¡a donde? pregunté,  .-a practicar karate, respondió. ¡bueno espere que me cambio, le dije, ya dentro de la casa y lejos de la puerta le pregunté a mi tía ¿quién es? Tito Sanabria, me respondió, trabaja conmigo en Carubia (nombre de la casa concesionaria). Luego del permiso acordado bajo promesa de que me traería de nuevo una vez terminada dicha practica.- Fue entonces que partimos en unas motos Siambretas de aquellas época, Diciembre de 1972.-

Llegamos a la casa, me presenta a su madre y hermana, y vamos al fondo, era un jardín y veo a dos personas que estaban tirando golpes, me presenta.- hola¡ digo, soy Daniel.- hola Vito Ruiz Díaz, hola Pesolani, -encantado¡.- respondo,  ¿así que haces judo o algo?, de chico, respondí dándome importancia, la verdad sabia muy poco y nada, solo copiaba tomas de las clases que pude ver en la escuela primaria, y de compañeros que si practicaban, pero era muy diestro en actividades físicas y todo me salía relativamente fácil, ¡¡como practican? pregunto, Tito me responde, -miramos este libro y tiramos 100 golpes cada uno, aquí explica bien la técnica.-  y pensé ¿¡qué!?, me sorprendí por la contestación, yo pensé que había un maestro en Concordia, me callé, .- ah¡¡si? dije, “Que bien”, respondí, y ya me quería ir de allí, me dije a mi mismo “estos tres están del mate”, me acerco mas al lugar y veo como si fuera una tabla de planchar clavada de punta acolchada o cubierta con hilo sisal en el jardín, ¡esto que es? Pregunto. -el makiwara, me dice, aquí golpeamos para acostumbrar la posición del puño, y me empieza a mostrar golpeando a manos desnudas, increíblemente la madera estaba bien fijada al piso, allí no mas ya estaba ansioso para irme a la mierda y empecé a pensar en  inventar una excusa, y volví a preguntar, ¡pero quien de ustedes es el profesor?- nadie¡¡ me responde Tito: yo practico de vez en cuando con un Profesor Uruguayo que hace Sudegito Do. -¡¡Qué??? allí nomás ya sabia que estaba a la deriva y karate no iba a practicar, pero de pronto, mientras me mostraba los movimientos que practicaban, vi como uno de ellos pone una tabla gruesa, apoyada entre la pared y el suelo en ángulo de 45 grados, y de un solo golpe de puño la rompe¡¡ wauhh¡¡ gran sorpresa, que bueno, al rato vino el más alto de ellos y repitió lo mismo con otra, y no salí de mi asombro, era la primera vez que veía algo así en vivo y en directo, solo recordé que en un programa de televisión con Pipo Mancera había visto algo igual, fui directamente a ver y a comprobar el espesor de la tabla y si no estaba preparada, quedé asombrado. -La sonrisa se me fue inmediatamente de la boca para dejarla abierta por la acción, parecía que ellos competían a quien rompía la más gruesa.-

Allí entendí que dentro de ellos había algo más, no era solo el hecho de copiar movimientos, sino el objetivo de una lucha exitosa en educar sus cuerpos hacia lo sobrenatural, y yo quise poder hacer también aquello, el Sudegito Do hasta ese momento les sirvió, pero Tito ya sabia que dejaría de practicar ese sistema y que su camino de allí en más seria el Karate.-

Comencé una relación de amistad con ellos pero no era muy adicto a sus prácticas puesto que alternaba los tiempos entre mis amigos de colegio y ellos, y la posibilidad de conversar con personas mayores hicieron que me adelantara en algunas cosas a la forma de pensar de aquellos días.

Obviamente que di la materia en marzo y la pasé, me focalicé en esa, ya que era la más fácil de las tres y así pasé al 3er año. -Al volver a Concordia, en 1973, ya practicaba más intensamente, sobre todo me agradaba pronunciar las palabras japonesas de las técnicas lejos del Japón y mis ancestros, empecé a palpar y entender mi verdadera identidad de sangre y ello me acercó más a comprender mi cultura. -¡¡Gran paradoja no? – Pronto empezaron a llegar las películas chinas y la Gran Operación Dragón, lógico que nuestros movimientos no eran errados, pero vimos por primera vez técnicas veloces y coreografiadas, todos queríamos ser como El y yo mas que nadie, y ya con algunos conocimientos de karate, se fueron yendo mis inseguridades, y el complejo de ser el oriental del pueblo, aguantando las cargadas con otra perspectiva, ya que mi yo interior sabia que si peleaba ganaría pues por aquellas épocas en Concordia éramos los únicos que practicábamos Karate.

Aparece en nuestro camino un Cinturón Marrón de la escuela Matsubayashi de Córdoba, alumno nos dijo de Sensei Jintatsu  Higa, y practicamos entusiasmados con El,  ya que era un graduado de alta categoría, por un buen tiempo, y pudimos perfeccionar más nuestros conocimientos y estábamos contentos por tener una línea de karate pura de Okinawa, pero pronto tuvo que dejar por trabajos y nos abandona en medio de una tristeza, más adelante cursando el 3er año de la Escuela supe que era el marido de una profesora nuestra.-

Nos tuvimos que rehacer espiritualmente y lo más parecido a ese estilo de karate se encontraba en la ciudad de Paraná, del otro lado de la provincia, por lo menos ahora sabíamos que buscar, recuerdo que en un raid de desesperación viajamos Sanabria,  Pesolani y Yo, pudimos practicar una tarde con el Maestro Castañeda del Shorin Ryu Shidokan, este era un cinturón negro de verdad, la anécdota que recuerdo es que al entrar al dojo, piso de mosaico, y por la transpiración, sus alumnos y nosotros resbalábamos, entonces trajo dos baldes de agua y los tiro sobre el piso y nos dijo “¡¡¡ahora si pueden resbalar¡¡¡, pero que no se les ocurra¡¡¡” al rato sale de los vestuarios con listones de madera de los mangos de escobillones y escobas y se los parte en los brazos y espaldas de sus alumnos ¡¡¡ wahh¡¡¡ quedamos muy impresionados, muy amablemente luego de la intensa práctica, nos invitan a beber unas cervezas en la orilla del Paraná, y le pregunto a uno de los alumnos, ¿lo de hoy fue una exhibición?.-¡¡NOO lo hace seguido cuando ve que flaqueamos.- mirá vos¡¡¡ respondí, y no dejamos de hablar de eso en el viaje de vuelta a nuestra sectaria Concordia.

Pedro Humeres, por aquel entonces integrado a la familia de Sanabria, había hecho contacto en Buenos Aires con el Karate, puesto que su hermano vivía allí, y entre todos convenimos en que lo seguiríamos a El si asumía transmitirnos lo que aprendía allí, recuerdo que no quería asumir ese rol, contaba que las clases eran muy repetitivas y que se las daba un segundo Instructor y que no hablaba una palabra en castellano, que no le entendía nada y solo le pegaba con el Shinai de kendo, y que su Maestro viajaba mucho por la Argentina y Uruguay los fines de semana.-

Puesto que Pedro recién empezaba y solo podía ir de vez en cuando a Bs.As., insistimos que era mejor que nada, además le dijimos que era mas agradable practicar varios que el solo, creo que eso fue lo que más le agradó.- Y así fuimos buscando lugares donde practicar, un día, me llevan al Club Regatas donde noté el cambio de posiciones entre lo que practicaba Humeres y nuestro anterior instructor de Córdoba (perdón no recuerdo su nombre han pasado 40 años), y por primera vez conozco aquel club, era un club caro, después de la práctica en el salón, me muestran las vitrinas de trofeos, y la gran sorpresa¡¡¡ que cambió definitivamente todos los conceptos que tenia de ellos: Sanabria, Ruiz Díaz, Pesolani y Humeres, habían sido Campeones Nacionales de Remo de cuatro tripulantes, años atrás, representando ese club, quedé con la boca  más que abierta nuevamente, y la seguridad de estar al lado de verdaderos campeones, me convenció que el camino que buscábamos no eran improvisados en cuanto a objetivos.-

La película Operación Dragón fue un hito en nuestras vidas, pues sus escenas eran más reales por las técnicas ejecutadas, pero la serie Kung Fu fue la que cambió la historia, la filosofía explicada allí, demostraba que no era solo una forma de pelea, y explicaba en metáforas la filosofía de oriente y se nos acercaba más gente que querían practicar con nosotros, y fue allí donde Pedro comienza a viajar más seguido para obtener más conocimiento.-

Pero la peor de las noticias estaba por llegar… Pedro nos avisa que muere por un accidente automovilístico el profesor donde el practicaba con su hermano: el Maestro Itaya, y que suspendía los viajes porque no se sabia que pasaría de allí en mas en aquel Dojo Samurai.-

Y decido por Juan…

Vengan aquí¡¡ llamo a reunión de equipo.- Juan¡ vos vas a pelear para definir esto de una vez, es mi elección. El me mira, su vista se enlaza en las miradas de de sus compañeros, noto que algunos se sienten mejor preparado para esta responsabilidad, miro a Gerardo, José y a Mitzuru, pero todos aceptan mi decisión, al estar todos de acuerdo, su cara de buda se transforma y pasa de adolescente a hombre y aprieta los dientes. Oss¡¡ – Ni un Paso atrás¡¡-

Pero en el fondo yo pensaba en Benítez y Cubas, seguro que su capitán estaría en la disyuntiva entre ellos dos.- Juan y sus posibles oponentes eran de la misma estatura aproximadamente, y a mi modo de ver, sus dos mejores hombres. -¡¿Porqué Juan? porque en Juan se encontraba todo lo que en ese momento un practicante de Samurai quiere ser; exitoso, reconocido por sus pares, y sobre todo un gran Karateka y vi en sus ojos el sacrificio y el deseo de lograrlo. -Mi mente se fue en el tiempo cuando vine de Concordia y empezaba a practicar en Samurai, era tercer Kyu, y quería estar y ser, en Samurai, y había ganado dos subcampeonatos de Kumite y dos campeonatos de Kata en torneos metropolitanos, en Clubes de barrio y River Plate, en finales contra Luis Vázquez, mi amigo de Selección Nacional. En Samurai había dos grupos, los kyus antiguos y el equipo de los reconocidos campeones de aquellos momentos, Canavessi, Nastri, Cigluitti, Gilbert (hermano de Fernando), D´Agostino, Ezcurra y su Capitán Nakamura Sensei. Mis logros en esos torneos no bastaban, mi Maestro no los mencionaba, mientras que mis compañeros expresaban sus felicitaciones, y me preguntaba porqué?

Un día en una práctica hago un kiai imitando a un actor marcial, Inoue Sensei se me acerca y me dice en vos alta para que todos escuchen ¡¡Vos Bruce Lee?¡¡, mientras me aplastaba con ambas manos una y otra vez mis mejillas, la #&*%@/, que dolor en el espíritu… ¡¡NO¡¡ respondí, “…entonces corta el pelo y practica en serio si quiere ser de Samurai…” Amaba mi pelo largo, de mi juventud, pero ahogué mi ego y me lo corté, me dije, como cambian los tiempos, el Samurai con el pelo largo y su Katana y hoy El de pelo corto y su attaché.-

Sentí que Majorel quería ser como senti yo, lo notaba en sus prácticas, cuando Sensei Inoue lo dirigía en Samurai era el más nuevo de los Kyu, en su mirada tenia ganas, además los otros ya habían sido probados en competencias con los Mayores de Samurai, en alguna Copa Itaya, también Sensei sentía que era época de recambio y yo era el que estaba a cargo.

Me acerqué a Juan y le dije: -Escúchame, ya no me importa que técnica tengas o hagas, en esta instancia solo importa tu espíritu, solo se gana con el¡¡ si te pegan aguanta¡, si caes te levantas, si estás cansado, no lo muestres, ganar es ganar, y si pierdes, se acordarán de tu espíritu¡¡¡.-

Al parecer mis palabras sirvieron y le atenuaron la gran presión, El sabia cual era la solución, su ánimo era de enfrentar la situación de una sola manera.

Juan saluda antes de entrar y del otro lado Cubas, me lo imaginé. -¡¡Nakae! Y llegan a la línea del maai. -¡Shobu Ippon Hajime! y la única verdad comienza, la realidad se manifiesta, la pelea se torna prudente, Juan clava la vista en los ojos de su oponente y la prudencia del estudio mutuo produce el silencio en el estadio, la cautela baja el ritmo de sus respiraciones y ambos cierran el kamae, solo amagues y Cubas intenta un mae gueri para ver que hace su oponerte, Juan retrocede y cubas aprovecha ese movimiento y le arroja un Giaku Tsuki y pisa el shogai¡¡¡ Iame¡¡ Sogai Ikai¡ kei koku¡¡ primera amonestación, aprovecho y le digo guarda con el Taka¡¡ úsalo a tu favor!!, ¡Zusukete¡¡ y Cubas achica enseguida para ganar terreno y Juan lo aguanta y se arma, ante esto Cubas frena y cambia la velocidad de avance, su pie derecho empieza a desplazarse despacio para tener distancia y a su vez lo aprieta, hace repentinos amagues de Giaku Tsuki, Juan no entra en ellos, espera, su mentalidad está en Go No Zen, sabe que a su contrincante le pesa el cinturón y espera su iniciativa, Cubas cree estar en distancia y desenrosca su Taca ¡¡el kizami suki, Juan saca su rostro hacia la derecha cubriéndose con osae jodan uke y le clava el Giaku suki chudan!! ¡Shiro no Wasari¡¡ y el festejo de todos, excelente!! De un estado de Go no Zen pasa inmediatamente al Deai¡¡. Nuestros gritos y la ventaja le aumentan la confianza.

Inmediatamente le digo, ahora cuídate que viene!!. Cubas sale con decisión, achica la distancia y aprieta… .-¡¡cuidado la línea!-, grita José, sale del encierro, su adversario quiere el punto, se cierra, Juan comienza a entrar en su juego y duda en la presión, pierde concentración por guardar su ventaja, vamos Juan!!! -alienta de Fernando-, Cubas sabedor de Kumite sorprende en el kamae y realiza un kizami okuriashi hiaku suki.- y Juan retrocede y recibe el impacto en su chudan¡¡ Aka no Wasari¡¡¡¡ deciden los jueces, y veo saltar al equipo rival de alegría, y nuestro pesar cada vez mas pesado, ¡¡vamos Juan no importa¡¡ dicen sus compañeros, miro a Juan y le pido, una con todo a fondo, Oss¡¡ me responde, y le digo, vamos si empatas hay un minuto mas¡¡¡ concéntrate de nuevo, te va a atacar. -Zusukete hajime¡¡ y Cubas achica rápido la distancia sabiendo que además tiene un keikoku a favor y le amaga ataque, Ato shi baraku¡¡ grita el Juez, en un momento Juan construye su maai y su oponente responde con un mae gueri que no llega y un intento de kizami Zuki, Juan sale con justeza hacia atrás y saca con su larga pierna un mawashi gueri chudan que impacta en el estómago ¡AKA¡¡¡ iame¡¡¡ dice el Juez y señala a Juan y tres banderas marcan SHIRO y uno no ve.

Saltamos de nuestras posiciones y ¡¡¡Shirono wasari awasete ippon¡¡¡.-

¡¡¡Samurai CAMPEON¡¡¡

Y el festejo invadió nuestros espíritu. -Misión cumplida, como caballeros los equipos contrincantes nos saludamos, y el público aplaude y aplaude nuestra victoria. En la entrega de premios, en un momento busco con la vista a Sensei, la encuentro, y veo alegría en sus ojos y me dije, mi mejor premio, me inclino en reverencia desde lejos, Oss¡¡ y nuestro profundo agradecimiento.-

De pronto me veo en andas, los chicos me llevan a la pileta y me arrojan con Karategui y se tiran ellos, de pronto lo vemos a Jose tragando agua casi por ahogarse, ¡¡¡ que hacés José??? y grita: “No se nadarrrr, pero de la alegría me tirée igual!!! …Jajaja!, la nota de término ayudando a José Fonseca a salir de la pileta…. un Gran Recuerdo a todos ellos y en Especial a Emilio Vittori por su obediencia a la causa.-

2018-11-20_10-20-03

Equipo Campeón

Nacional KYU, Casilda, Santa Fe, 1986

 

Integrantes:

  • Gerardo Fonseca
  • Jose Fonseca
  • Fernando Gilbert
  • Juan Majorel
  • Mitsuru Tagawa
  • Emiolio Vitori

El torneo continúa…

En semifinales peleamos con el equipo local de Casilda, si bien las 5 peleas fueron de cuidado estábamos muy seguro por los logros anteriores, y ganamos cómodamente 4 a 1. Destaco en este encuentro la pelea que perdimos, ya que fue con quien saliera luego de varios años Campeón de Copa Itaya, e integrante del Seleccionado Nacional Campeón Rioplatense y Cono Sur, Competidor en el Mundial De Philadelfia JKA junto a Justo Gómez como compañero de equipo, me refiero al señor Javier Parnisari, con el que tuvimos el honor de que integrara el equipo de Seiken en un torneo Copa Itaya en Córdoba Capital luego de mucho años…

LA FINAL…

En principio estaba contento porque llegar a la final era la primera de las metas, pero la presión de ser Samurai Dojo hacia que no me conformara con la situación, yo quería más…

Ya tenia el equipo en mi cabeza pero también me tenia inquieto los detalles de cómo se encontraban algunos anímicamente, ya que si bien la tarea es en equipo, la performance individual y la autocrítica hace decaer las convicciones. – y notaba a algunos sumergido en ese aspecto.- “Señores hemos cumplido con la meta, Samurai Dojo esta entre los mejores 2 del país, pero ahora tienen que demostrar si ustedes son los mejores, ya que cuando entren al Shiai Jo, los que quedamos afuera nada podemos hacer, es así que muestren que son Verdaderos Karatekas, no discutan los fallos, la respuesta a un Wasari es un Ippon”.-

-¡Capitanes de Samurai y Gimnasio de Misiones, presentar listas de competidores¡¡. -sonó por el altoparlante la orden, y decidí la formación con Gerardo. –Mitsuru, Fernando, José y Juan, tuve que dejar a Emilio como suplente ya que con su descontrol nos podía dejar en situación de desventaja.

La estrategia general es que la mayoría de los equipos no pueden sostener competidores de primer nivel en las cinco contiendas y generalmente se preocupan por la primera, la tercera y la quinta.- a los efectos de tener posibilidades durante toda la confrontación.-

En este caso armé las confrontaciones con importancia de esta manera: la primera y la segunda y la cuarta, a los efectos de tomar a los competidores débiles de la segunda y cuarta confrontación con mis mejores competidores. Mi comodín seria Fernando, que si bien estaba decaído por su regular actuación en las peleas eliminatorias por el cansancio y la presión, confiaba en El, y definir el torneo en la tercera pelea seria maravilloso.-

Les comenté esta mi reflexión y decisión para las salidas a los efectos de que armaran el espíritu de equipo y allá fuimos¡¡ éramos protagonistas, el estadio estaba pendiente.-

Nos toca portar cinturón Blanco Shiro y Rojo Aka el adversario, nos preparamos y Gerardo Fonseca es el que combate primero, se enfrenta a un cinturón marrón, Cubas su nombre, bastante avezado en el kumite.- Ambos entran a la orden de ¡nakae¡¡-hajime¡¡ Ordena el Juez.- Cubas era de físico alto, le llevaba 10cm por lo menos de ventaja por lo tanto sus brazos también lo eran, Gerardo toma su Maai y lo mira fijo estudiando sus movimientos, noto que prepara su deai. -Su contrincante parece notar la estrategia y cierra su guardia y comienza a presionar ganado el área central del shiai jo, me di cuenta al instante que lo estaba llevando a un Go No Zen con los amagues, le grité ¡¡no te encierres, sal de allí¡¡.- Por suerte me escucha y comienza a desplazarse en círculo, me calle de inmediato, no quería dar más detalles, el oponente lo busca, y deben armar nuevamente su maai, de pronto veo que el brazo de Cubas se despliega interminable y acierta¡¡, kisami suki Jodan¡¡, ¡¡miro las esquinas y veo todas las banderas aka y a Gerardo que se relame su labio inferior, me di cuenta que tenia un corte y un wasari inminente en contra- ¡¡Concéntrate!! –grité- ¡no importa vamos, vos podes!!! el aliento de sus compañeros tratan de motivarlo¡ se para en la línea y ¡Hajime¡¡ grita su kiai para darse ánimo. Lo veo salir rápido que acorta distancia y se lanza por debajo y su giaku Suki impacta en el estomago de Cubas sorprendido por la velocidad de la reacción, y el chasquido de las bandera blancas y el juez resuelve Shiro Wasari¡¡¡¡ saltamos de alegría¡¡¡ bien, vamos¡¡ sigue así! -grité-zusukete¡¡¡¡ dice el juez y se vuelven a armar los dos; Cubas sabe que debe ganar y se sabe el mejor de su equipo por eso se encuentra allí, también lleva la presión de la primera pelea, se cruzan con golpes débiles y con falta de distancia, se corta y se rearma la contienda en varias oportunidades, los dos se respetan ahora, se han sacado un punto cada uno, saben quienes son, de pronto un ai uchi pero veo el brazo exigido de Gerardo y su cabeza hacia atrás y otro toque de cubas en zona yodan,¡¡ Iame¡¡¡ -decreta el Juez- Dos banderas para cada uno y el principal llama a reunión de árbitros, mi cervical y mis hombros ya no sirven para nada por la tensión, Gerardo se toca el labio y nos mira, los jueces vuelven a sus asientos y sacan banderas rojas¡ ¡¡aka haia ai (mas rápido) Kizami suki torimasu¡¡ awasete ippon. 0-1 y mis nervios en las nubes.

Me levanto rápido de mi posición y voy en busca de la mirada de Mitsuru, como buen japonés el me entiende, nada que decir, OSS¡¡, grita su boca, y fue a buscar su línea. –No te apures, tienes 2 minutos- digo, comienza la cuenta regresiva, Hajime¡¡¡¡ sonó en el estadio, Mitsuro comienza con su movilidad de kendoka nuevamente y pone su distancia en forma óptima, sus párpados bajan para esconder expresiones innecesarias, noto que exhala su oxígeno de más en cada yoriashi, su adversario retrocede, Mitsuru ve que duda el ataque, mi boca se encuentra seca y no digo palabra alguna, dejo que El fluya y su condición, de pronto un veloz okuriashi y el giakuzuki que se estrella contara el chudan del adversario, el sale de la maraña de brazos del adversario con el puño en alto con el que había ejecutado su técnica, las banderas blancas flamean con nuestro grito ¡¡sisisi¡¡ wasari¡¡ ejecuta el juez. ¡Vamos Otro¡¡ -le pedí-, Suzukete Hajime¡¡. Y esta vez con su ventaja comienza a hacer círculos para dificultar el ajuste de distancia a su adversario y alterar su estado entendiendo su necesidad en desventaja, otra vez sus párpados caen y comienza a aquietarse para que el oponente se confíe en su distancia, pero sin esperar le lanza una combinación de mae gueri y oi suki, el adversario baja la guardia para tapar el mae gueri pero el puño de Mitsuru llega a la cara del oponente, se da vuelta y se agarra su boca, quedó paralizado un segundo, el juez lo revisa, nota que es solo un pequeño corte en el labio y respeta la decisión de las tres banderas a favor nuestro ¡Awasete Ippon¡¡¡¡ y saltamos de alegría. 1 a 1-.

Fernando era el tercero, ¡vamos Fer¡¡¡ gritan sus compañeros, va al encuentro de la línea ¡¡Hajime¡¡ y comienza el 3er encuentro. El misionero cinta azul le da batalla inmediatamente con decisión, quiere desnivelar rápido y saca del shiai a Fernando. ¡Shogai Ikai¡¡ veo que por la presión su oponente esta descontrolado, veo pasar los brazos del mismo sin control, miro y presiono al Juez con la mirada por la acción, y no dice ni hace nada, la contienda sigue con cruces de técnicas, la vehemencia del adversario hace que no tenga técnica pero también dificulta hacérselas, en eso Fernando trata de hacer nuevamente la técnica del aplauso ante los ojos y el maegueri, pero falla en su extensión de gueri y el oponente en Go No Zen mete su giaku suki no tan limpio, pero dos jueces no ven y dos dan aka. ¡NO¡¡¡ grito indignado ¡¡¡NO pasó¡¡ -le digo al Juez- El juez se dirige al centro y otorga el Wasari para misiones. – Llamo la atención de Fernando y le digo que no haga mas eso que lo conocen, y le marco la seña de una sola técnica y a fondo, ya estábamos jugados, ¡oss¡¡ y reinicia la pelea. La orden del capitán del otro equipo era ¡¡salí, escapá¡¡¡ para resguardar el wasari, el oponente ya no ataca, creo que hasta estaba sorprendido que había hecho un punto a uno de samurai, vuelve a tirar golpes sin técnicas para que Fernando se aleje de el, y lo repite una y otra vez, Fernando estudia el timing de esos desmanes y luego del movimiento del oponente conecta ¡¡¡Kizami suki Jodan¡¡¡, y el wasari que festejo, es increíble¡¡ estando ya en el atoshi baraku. Se produce algún movimiento mas y termina el encuentro hikiwake, empate en la 3ra contienda.- 1 a 1.-

José ya estaba preparado listo a salir, según mi estrategia el debía ganar pero no dije nada, en las prácticas en Samurai era una gran promesa como venia creciendo su Kumite, del otro lado veo a un competidor que yo había enfrentado en un torneo en Paraguay cinturón marrón, allí me di cuenta que se prestaban los competidores entre el instructor de ese País y de Misiones, me acerco a Jose y le advierto.- Guarda este hace bien, yo lo conozco, al parecer el capitán de misiones también hizo lo mismo que yo, jaja viejos zorros éramos.- José comienza, armado su Kamae, comienzan los saltos de ambos para ganar distancia, empiezan los cruces de técnicas, lo había dicho, era bueno, recordé que lo hicieron pelear para Paraguay en ese test mach y me había tocado a mi, era fuerte pero por miedo golpeaba, puesto que no entendía las reglas y tuve que ponerlo en caja esa vez y nos ganamos una descalificación. Pero ahora lo veía mas técnico y lo empezó a acosar a José, comienzo a desesperar. Atoshi baraku¡¡¡ y no había técnicas claras, ¡sas¡¡¡ -me dije-, otro empate y a seguir, hasta que me sorprende un cruce de técnicas sin contundencia y fallo dividido nuevamente, dos banderas para cada uno y el juez decreta nuevamente aka wasari ¡¡no¡¡¡, José me vuelve a mirar, los demás se agarran la cabeza, miro al juez ya con mirada e increpando su decisión, y noto su sonrisa por mi desesperación. Me callé, tenia que dar el ejemplo. Jikan¡¡ toca la maldita campana y el 2 a uno estaba decretado, solo ganaríamos si Juan hiciera IPPON.- Los misioneros saltaban de alegría¡¡¡ y vi pararse al último de ellos, Benítez su nombre, lo conocía de nacionales mayores anteriores. -1 a 2

Juan se para, ya no se que hacer, Majorel tiene que ganar para campeonar, le indico: ¡haz todo, no guardes nada, no te preocupe perder, muestra¡¡¡¡ y callado va al centro del shiai jo, Benítez se siente seguro, Juan era 7mo Kiu y El marrón desde hace tiempo, ambos tienen la misma estatura, aproximadamente 1.80 y pico, Benítez ataca con diferentes técnicas y logra sacarlo del shiai jo, lo amonestan, y sigue la contienda, Juan cierra su guardia, está muy concentrado en que no pueda entrar ninguna técnica, un ataque de shiro y aka casi logra su punto por contragolpe, falta distancia dicen, ¡¡cuidado¡¡ le advierto, Benítez lo empieza a apretar con su kamae, lee, tira ashi barai sin técnica, continúa para que Juan no se afirme, Juan tambalea pero por suerte el giaku suki del misionero no acierta, ¡¡hajime¡¡¡ y en un cruce Juan saca un kisami mawashi geri y llega a la mandíbula de su oponente ¡¡wasari¡¡ y nuestro grito oss¡¡ desconcertado el cinturón marrón y perdiendo se lanza desesperado a recuperar su punto, ¡¡cuida el wasari¡¡¡, le gritamos y Juan empieza a escapar en círculo, Benítez en el centro gira para ajustar su puntería y tira algunos golpes de keri pero no acierta. Juan ajusta su Kamae y sigue la estrategia de Go No Sen y espera, el oponente ya no está tan confiado, Juan se afirma y cuando ve el ashi barai, conecta un giaku suki profundo, ¡¡wasari gritamos¡¡ fallo dividido ¡¡¡Torimasen ¡¡¡no¡¡¡¡ y sigue la contienda, el ato shibaraku fue otorgado hace rato y el ¡iame¡¡¡ sorprende al público ¡Bien¡¡¡ 2 a 2 e igualados por Ippon …..DESEMPATE…….Continuará….

El comienzo – Parte III

Le costó despertarse a Fernando… pero a dos Gritos míos todo el equipo estaba de pie, nos armamos de nuestro karategui y salimos hacia el estadio que se encontraba por suerte frente al hospedaje.

Entramos y vimos a los jueces todos con cara de sueño, de camisa blanca, y corbatas Rojas provistas por la caja de utensilios para torneos de la asociación, solo rogué que además adormecieran su sentimiento anti capitalino.

Los Shiai Jo debidamente marcados y me cruzo con Sensei… “¡¿y todo bien!? Donde andaban ayer?” pregunta. “¡En la ruta Sensei, se rompió el auto!” contesto. “¿a que hora llegaron?”, “a las 3hs mas o menos”, aumenté el horario para justificar si pasaba lo peor. “¡ah!” dijo El, “Entonces están bien despierto para ganar¡¡¡”; Otra vez la misma sensación de querer quedarme en el galpón escuchando el canturreo del mecánico –“¡¡OSS!!” solo atiné a decir.

Y comenzó el torneo, les dije al equipo que no paveen por la gradas, y se concentraran mirando las peleas y estudiando los movimientos de todos ya que seguramente alguno de ellos les tocaría confrontar. Esto lo aprendí del Sempai Canavessi, que siendo nuestro Capitán en el equipo de Samurai me hacía observar las peleas, cosa que no asumía con responsabilidad. Entendí allí porqué además esta observación fuera parte de su condición como Gran Campeón del Kumite.

Hoy me tocaba su posición en este equipo y les obligué a lo mismo pero con la diferencia que los obligué sin elección¡¡¡ ya que sabia que sentimientos como el mío de aquella época surgirían en sus cabezas de competidor de paseo, y para lograr asi una concentración mejor.

El Alto parlante sonó “¡¡¡Samurai¡¡ entregar lista de competidores¡¡¡¡” y se terminaron algunas cuestiones, para dar lugar a otras.

El primer encuentro lo armé para que Gerardo saliera primero ya que era el más experimentado de los Kiu, y dejé que Fernando peleara en tercer lugar ya que había dormido poco, no quise que tenga la presión del primer encuentro.

Gerardo me mira, le digo “¡ganá!” para que los demás salieran en mejor condición. “¡Ni un paso atrás!” fue la última arenga, y así lo hizo, saca su primer wasari con kisami Zuki, su técnica predilecta. Al rato le grito “¡taca taca!” y este me hace caso y saca el Ippon!!! Gran alegría, se prepara Tagawa, se acerca al shogai, saluda y Hajimé!!

Después de algunas escaramuzas típicas pero peligrosas le digo que me mire y le marco mi dedo pulgar, asienta con su cabeza, gira y arranca de golpe con un oi zuki electrizante y marca el wasari “¡¡bien!!!”, mi alegría y la suya por haber provocado la sorpresa, por las nubes nuestro espíritu, al rato en el atoshi baraku su contrincante se desespera y Mitsuru saca su Ippon de giaku Zuki chudan en técnica go no sen, “¡¡bien!!”, y la tranquilidad se iba adueñando de Mi.

De Gilbert es el turno ahora, y le grito “¡¡Vamos Fernando!!” para levantar su ánimo, al grito de “¡hajimé!” del árbitro principal, Fernado lo mide, mantiene y calcula su maai, y le hace un aplauso en frente de los ojos del rival e inmediatamente mete su mae gueri chudan y dan el ippon¡¡ Feliz de ver la técnica que desarrollaba nuestro Sensei Nakamura¡¡… un gran alivio me invadió ya que con la tercera pelea ganada, el primer paso del equipo se había concretado. Seguidamente el cuarto Kumite estaría a cargo de José, y le dije “¡muestra!!” ya que pelearía sin presión, y así fue, le mostré el pulgar hacia arriba solo para saber si hacia caso, “oss¡¡” fue su respuesta (la verdad no me importaba si lo hacia), y conecta el primer mawashi gueri jodan “¡wasari gueri!!”, el rival era débil, en un contraataque de giaku zuki gana por ippon¡¡ “¡Bien!!” fue mi grito y palmadas de alegría.

Con esta diferencia Juan sale con muchas ganas y conecta un giaku Zuki logrando el primer wasari, pero en un descuido por sentirse ganador el oponente le conecta un giaku suki jodan y le empata la palea, tan cerca del 5 a 0. Me paro de mi posición en Zeiza y le grito “¡¡taca taca!!”, ya que el era de extremidades largas, espera el momento y logra conectar okurí ashi kisami Zuki shodan, el oponente lleva su cara hacia atrás ¡¡Y el chudan giaku zuki del taca taca decreta el tori mas, lo ve el estadio, “Si Si Si!!” sale de mi garganta, y el ánimo de estar allí invade mi cuerpo, por la primera confrontación de un equipo impecable…

Tres Confrontaciones más siguieron, intensas y emotivas, pero con menor estrechez de 3-0; 4-1; y 3-1, y ya estábamos en Semi final, el descanso y esperar la tarde. Chequeé a mis hombres y noté que el más cansado era Fernando, me di cuenta que el viaje y el cansancio empezó a hacer efecto en su cuerpo.

Se acercan otros instructores y uno de ellos me pregunta que significaban mis señales con ciertas sonrisas… jaja, y les contesto “…es para darles ánimo”, “jaja”, me dicen, ya se habían dado cuenta todos.

Pero lo más importante, mostramos una corrección y actitud bien sentados al borde del Shiai Jo, digno del Dojo Samurai.

Continuará…

El Viaje…

Nuestra partida fue programada para las 17hs. con la suposición que la Ciudad de Casilda se encuentra a 370 Km. de Buenos Aires, en la provincia de Santa Fe, es así que calculamos la llegada a las 21hs aproximadamente, encontrarnos con el resto del equipo y poder descansar y estar a las 8.30 hs en la puerta del club para el comienzo del torneo el día Sábado.-

Fernando y Yo nos acomodamos en el asiento junto con Santiago, el hijo menor de la familia que competiría en su Categoría de 10 años. Como el Falcon era un auto espacioso con sus dos asientos tipo living, Padre, Madre e Hijo mayor se acomodaron adelante, y así partimos.-

Mis nervios seguían haciendo su trabajo, comencé a hablar con Fernando y dale que te dale, hasta que me vi a mi mismo en el reflejo del espejo retrovisor, paré de hablar, me vi ridículo y que le estaba carcomiendo el cerebro al notar la cara de Fernando, harto de mi, su formación marcial ajustó que no me saltara al cuello y respetara a su Sempai, fue entonces que como mi mente no me dejaba tranquilo empecé a jugar con la formación del equipo, viendo como seria el orden de salida en el kumite. Para estar en la final por lo menos deberíamos pelear con 4 equipos como mínimo, amenizando con charlas de cualquier cosa con la familia, comentando las clases de nuestro Sensei, fui tratando que el viaje fuese ameno.-

A las dos horas de viaje mas o menos, escuchamos un ruido que a mi entender provenía del motor, muy extraño ruido….¡¡¡no no no no!!!….dije dentro de mi y la p…=%&@ª+, y con mi mejor cara de nada, ¡¿qué pasa Don Canta? pregunté con cara imperturbable como dando tranquilidad al caso.- ¡No sé! contestó Cantaluppi¡¡, para que me dijo eso, crucé los dedos y al toque ¡¡¡ allí hay una estación de servicio¡¡¡ dije fuerte y paramos a preguntar, seguí con los dedos cruzados mientras el le preguntaba al del surtidor, ¿tiene mecánica?.- “No!” le dijo, ¡¡que le dijo que no¡¡¡¡ y al rato vi que señalaba para el norte y escuché a 200 ¡¡.- ‘¡¿¿ 200 que??? Casilda no está a 200 metros ni en dope me dije, y lo vemos venir, y nos dice que a doscientos metros había un galpón mecánico, y para allí fuimos, no quieran saber, no quieran saber, solo miré a Fernando y este me dijo compungido …¡cagamos Sempai¡¡ hay que avisar a Sensei.- ¿a sí? ¿Dime cómo? respondí.- (1986).

En el taller nos atienden dos personas, uno gordo vestido como terminando el día y el otro con grasa hasta el caracú,…ahí nomás me hizo acordar al sketch de Olmedo, “io sonno il contratista, il lavoratore é lui ¡¡¡”, y así empezó la charla entre un mecánico y un conductor que no creía en lo que le estaba diciendo, nosotros expectantes, hasta que veo que llegan a un arreglo y le dice que lo ponga en la fosa, y veo que el gordo dice chau y se va, ¡¡quédate a ayudar, pensé¡¡ qué chau?¡¡, en un lapsus dije bueno, nosotros también chau, safé¡¡ no participamos porque se rompió el auto, y que Gerardo haga de capitán y que Vitori entre por Fernando y me olvido de todo esto…siii .¡¡¡¡ no no no¡¡¡¡ eran todas necedades que se me subían a la cabeza por la impotencia del momento.. no se cuanto pasó pero se que el tiempo pasaba y Santiago y Yo tirando piedritas de la zanja de la ruta, quien le pegaba a un palo donde en algún momento había un biguá parado, al rato luego de extraordinaria distracción, me acerco al mecánico y le digo .- ¿Y, cómo va? Eh? me contesta y entona ¡¡¡Nada ¡¡¡ohohohoh Nada personal¡¡¡ ha Soda Estéreo¡ le dije con una sonrisita y mi mente le decía “APURATE, la p..m q..l..p.¡¡ me fui al borde del camino y Fernando me encuentra saliendo del baño: ¿y Sempai?-…-“pregúntale a Soda”, respondí, y seguí pateando piedritas-.

¡A eso de las 24 escuché el sonido de arranque y el motor regulando mejor que antes, “guau¡¡” dije y el “bueh, ya estça¡¡” a Casilda nomás¡¡…y me fui tarareando al auto mientras todos subían en el, ¡¡nada ho ho ho nada personal¡¡¡ cantábamos asi…

Llegamos como a la 1.00, más buscar el alojamiento y encontrarnos con el resto del Equipo, se hicieron las 2.00, ya después de comentar las peripecias al fin nos dormimos a las 3.00 y mi lamento … El torneo empezaba a las 8.30…

CONTINUARÁ…

Un viejo guerrero aparece en mi Dojo… y reaviva los recuerdos

En Samurai, éramos 2 grupos de competencia, los formados y los en formación, se entiende? La elite de competencia entrenábamos duro temprano por las mañanas y por las noches, en horario especial, todos los días, y además nos juntábamos con los practicantes de horas normales y allí colaborábamos con la tarea de Sensei de formar a los jóvenes.

En aquella época practicaban 2 hermanos descendientes de Bolivianos, el mayor tenia un buen kumite y era dueño de un veloz kizami suki. Con espíritu aguerrido, de vez en cuando, luego de la práctica me quedaba con El para depurar técnicas o practicar kumite libre. Tibiamente su hermano menor y el menor de la familia, comienza a mostrar una gran capacidad técnica. Sensei advierte sus movimientos y lo prueba en las prácticas con el grupo de elite.

Gerardo y José Fonseca sus nombres.

Entra en la escena del dojo un muchacho Japonés kendoka, que viniera a conocer y a trabajar en Argentina, en ese su primer año en el país rinde solo una vez y obtiene el 6to Kiu, su velocidad de Oi Zuki impresionaba, tal vez por la practica del Oi Men de kendo, además supo ganarse la amistad de nuestro grupo muy rápidamente, difícil tarea. Excelente amigo, recuerdo que en el Mundial de Japón de 1992, el ya estaba radicado de vuelta en su país y nos visita de improviso en nuestro hostel, con 2 galones de Sapporo que obviamente terminamos esa noche y mareados, a la mañana siguiente lo veo despertarse a la 4 de la madrugada mientras mis compañeros dormían y le pregunto: “¿qué haces?” y me contesta: “tengo que ir a trabajar¡¡”, y allí entendí el doble esfuerzo que hiciera para vernos.

Mitsuru Tagawa su nombre.

Aparece en el Dojo un cinturón Verde joven, aproximadamente de 18 años, y no recuerdo cuándo habría tomado exámen, creo que era alumno del Instructor Alberto Nastri, alto, de extremidades fuertes y además ágil para su contextura física. En una práctica de kumite conmigo, yo lo apabullaba con técnicas aprovechando mi graduación y experiencia, mientras el trataba de conectarme técnicas varias. Entre técnica y técnica yo le hacia padecer mi Go No Sen, acertándole mis golpes en distintos puntos del cuerpo. Sensei detiene la contienda apareciendo detrás de mi: “Oss¡¡” dijimos ambos, y le da la siguiente instrucción: “¡deja de hacer esas cosas¡¡, solo hacé Giaku suki, apuntale y cada vez que se mueva hacé giaku zuki a fondo, cada vez que se mueva, y elige cuándo es amague o verdadero¡¡”.- “Oss¡¡” como respuesta; Ok pensé, ahora me dirá algo a mi, esperé mi instrucción, ¿¡¡? silencio, nada, ¿y yo? me pregunté, silencio, y reanudó la contienda: “Hajimé¡¡”. Sintiéndome defraudado por no recibir comentarios, el kumite cambió, sus brazos largos me empezaron a dar dificultades, cada incursión en su maai me encontraba con su técnica y mi Go No Sen dejó de funcionar, y en un error mío llegó su wazari, y mi orgullo destruido por un cinturón verde.

Juan Majorel su nombre.

Es el hermano menor de un amigo y sempai entrañable, casi junto a mi seríamos los únicos en actividad dentro del Karate de aquel equipo de elite que comenté al principio de esta narración, que practicábamos de mañana y de tarde todos los días en Samurai.

Este, su hermano menor, era muy rápido con la técnica combinada de kizami y giaku suki, y además entrenaba con dos compañeros muy fuerte y fieles al dogma del Karate. Andrés y Mariano, y fueron ellos los que integraron a Juan. Ahora que recuerdo al ambiente de Samurai, era explosivo en acortar la distancia y muy educado en la rigidez del Karate, eso fue el lazo que nos unió, hoy alumno directo en mi Dojo.

Fernando Gilbert su nombre.

Me es difícil hablar de esta persona ya que hoy no esta con nosotros, era un practicante infaltable, respetuoso de las normas del karate dentro y fuera del Dojo, pero para ser objetivo, en el kumite daba temor, su falta de control por su vehemencia espiritual, y no por mala intención. Una vez fuimos a un casamiento Junto Sensei, y recuerdo que el y yo viajábamos en el asiento trasero en el auto del maestro, y molestándolo continuamente durante el viaje por su pañuelo del bolsillo que no hacia juego con su corbata, y por sus anteojos hasta que no aguantó mas, y me dijo: “Bueno no inche más¡¡¡ Kohai impertinente¡¡”, jajá, hoy guardo un certificado de su curso de lesiones óseas que nos dictara en Samurai, ya siendo kinesiólogo, esta memoria por su valiente lucha por la vida, y mi orgullo de haber vivido momentos junto a esta formidable persona, mi recuerdo en esta narración.

Emilio Vittori su nombre.

La reseña de estas personas se debe a que se realizaba el primer campeonato nacional de Kiu en Casilda, Pcia. de Santa Fe.

Sensei me nombra capitán del equipo representante de Samurai con los arriba mencionados.

En ese momento le dije: “¡yo Sensei?”, asustado y sorprendido. “Si¡¡” contestó El … un “no¡¡” bajito y temeroso salió como resorte de mis labios en respuesta.

“¡¡¡QUÉ !!?? bramó. “¡¡OSS!” respondí y asumí la responsabilidad de sostener la imbatibilidad del Dojo Samurai.

De inmediato convoqué a las personas arriba mencionadas, y convenimos en no faltar a las prácticas del equipo bajo ninguna excusa, de esta manera practicábamos en hora convencional y nos quedábamos una hora mas, Sensei dirigía los Kumites y yo aprendía de sus indicaciones, ver lo mejor y lo peor de ellos.

Tratábamos siempre de no dar un paso atrás, y asegurar el maai.

En la última práctica nos reunimos y les di las últimas directivas inventando un código de señales para no hablar durante las peleas, ellos debían mirarme después de cada iame o en lo posible durante la contienda, por arriba del hombro de su adversario si la posición visual era favorable hacia mi, si yo le mostraba el pulgar arriba quería decir que debía resolverlo con la velocidad de una solo técnica y a fondo, si le mostraba 2 dedos en V, que debía combinar con velocidad dos técnicas, ejemplo, barrido y técnica o gueri waza y waza te, estas señas se confundía para los neófitos como que yo daba ánimo para arriba o la “V” se interpretaría como “Victoria¡¡”, además agregué que cuando gritara “¡taca taca¡” significaba la combinación seguida del Kizami Giakusuki, pero la recomendación más importante fue que debían estar bien sentado en la línea del shogai, y solo yo sería la persona que podía estar de pie y dar las indicaciones, no discutir fallos, y solo pensar en la estrategia de lucha que debían sostener cada uno, que esa imagen de nuestro comportamiento nos diferenciaría del resto de los equipos con el prestigio debido.

Fue así que partimos hacia el Torneo y nos dispusimos para el Viaje. A Fernando y a Mi por ser los mayores decidimos el viaje junto a la familia Cantalupi muy querida por mi, con la curiosidad de que toda la familia practicaba Karate por ese entonces, y además por la ventaja que nos daba los horarios por razones de trabajo, así partimos un viernes por la tarde luego de terminado el horario laboral.

Continuará…

Con.. Com.. Con… Com…

Compromiso… todos llegamos a algún objetivo si tenemos compromiso, respetamos los horarios, volcado en la puntualidad, estudiamos y lo volcamos a la práctica, hacemos el trabajo que nos demandan, y logramos nuestro salario, de una u otra forma llegamos a la obtención de nuestros cinturones si mantenemos el compromiso en la practica diaria.

…Pero…Estamos convencidos?, ¿logramos el convencimiento de que estamos en el camino correcto?, -¡es verdad que una cosa lleva a la otra, pero no siempre en el sentir de las personas es así!, es como la disociación de la práctica en la clase misma, hay personas que solo trabajan el kumite, otros solo el Kata, otros vienen para saber si logran una autodefensa eficiente, otros por obtener salud, están comprometidos con su objetivo, pero…¿Convencidos de lo que hacen?

Convicción de que una vez que logre uno de los objetivos esta el otro a adoptar hasta obtener la convicción de ser un hombre del Budo?

El que está comprometido se pelea varias veces y muy rara vez pasa a mayores, pero el que está convencido amigos, sabe que defenderse solo es un camino de ida, salvará su vida si, pero otro perderá la suya, mas todo el percance que conlleva, para evitar no vivir en la cárcel, es por eso que nunca pelea.-

El que está comprometido llega a obtener su cinturón, el convencido ni siquiera se lo pregunta, es mas, ni se da cuenta que esta llegando…porque su búsqueda no tiene fin, obtener conocimiento es infinito…. es por esto que se debe observar que el compromiso es la llave para estados cortos… subir de colores de cinturón a cinturón… el que está convencido de que Karate es su camino… está comprometido con el infinito (hachi).

No está pendiente de las graduaciones, solo genera un movimiento con su cuerpo que lo realza como maestro- (practicar por la práctica misma, no porque se derrocha una cuota).-

Muestra la convicción de que se es un artista, como un bailarín clásico donde no hay graduaciones como meta, como el camino del actor, lo hace bien o mal, solo saben que lo hace bien los aplausos de sus pares en reconocimiento en la convicción con que tomó su carrera.-

El comprometido en este camino, cuando llega exige que lo llamen Sensei, necesita el reconocimiento del esfuerzo de su tedioso compromiso. El convencido se avergüenza de serlo, pescado por sorpresa en la naturalidad que se lo dicen.-

El Compromiso con el infinito es estar Convencido… si crees en El… transitas por El, es como creer en Dios, por compromiso solo vas a la iglesia los domingos… por convicción… vives en su continua iglesia sin importar donde estés… Oss¡¡¡

Eiken Hamasaki

Uchi soto y tate mae

Una vez en una fiesta de agasajo en mi juventud como karateka, había bebido mucho y en alegría por la reunión, cuando se disipa la tensión de la misma y nos relajamos luego que los invitados importantes partieran del lugar, me toca sentarme frente a mi Sensei que comenzaba a conversar y a transmitir los conceptos del karate que practicamos, en ese mismo instante caigo de bruces sobre la mesa golpeando mi frente sobre ella¡¡ pasfh¡¡ desparramando los canapés en cuestión producto de mi caída y embriaguez absoluta¡¡.-

Fue en ese momento que una violenta cachetada hace vibrar mi cabeza, embebida en mezcla etílica me incorporo, y veo una multitud de japoneses que parecía estar en el centro de Tokio¡¡¡ pero en el medio lo divisé a Kenichi con sus ojos cerrados también y a su lado Sensei bien sentados ambos, y su voz como trueno…_¡¡¡DANIEL¡¡¡.-¡Oss¡¡ respondo por reflejo._ y frotándome la cabeza pregunto qué pasó¡¡? En ese momento veo sus cejas levantadas con mirada fija en Mi y exclama con vos pausada, contínua y densa.–_.He tomado mas o igual que vos, crees que estoy en diferente estado?, estoy igual o peor,¡¡ pero siempre debemos estar derechos, muertos pero derechos.-

Inmediatamente me incorporé y luché contra mi estado y permanecí erguido luchando contra la gravedad en un constante vaivén sentado en la silla plástica y mis párpados tratando de engancharse en el cielo.-hasta que nos retiramos del lugar caminando en zigzag tal vez pero erguidos.-

Luego en una visita al Japón, vi a personas en los trenes en estado de ebriedad absoluta viajando parados agarrados de los caños, y me pregunté por qué no toman asiento si está todo el tren Vacío?

Hasta darme cuenta, era para no quedarse dormidos y pasarse de estación…la pelea interior ante la adversidad siempre.-

Cuando mi Padre estuvo internado mis hermanos y yo nos turnábamos para su cuidado (ocho meses en 2 hospitales), observé a mi madre que estoicamente sin faltar un día le llevaba el almuerzo y cena y lo limpiaba (mas allá del servicio de las eficientes enfermeras), a pesar de que sabíamos que era difícil su recuperación, cuando había una visita de parientes ella decía que El estaba bien.-

Cuando Ella partió finalmente a los 90 años, hizo un esfuerzo de vivir lo mas posible para acortar los días de soledad de mi hermano mayor que vivía con ella siempre preocupada que haría en su soledad (no se equivocó), en su mente siempre sintió que ella cuidaba de el y no viceversa, eligió la fecha para irse, fue en una conmemoración de la Copa Itaya como para que su hijo profesor de Karate no se olvidara de su partida.-

Hoy nuestra Madre Patria sufre el cataclismo de siempre, pero con más rigor como si se ensañara la tierra en su herida, y nuevamente en su gente prevalece el Uchi Soto y Tate Mae.-

El sentir del sacrificio es Uchi, cerrar el dolor, congoja, llanto y hasta a veces la excesiva alegría.-

Soto hacia fuera, correcto, derecho, prolijo, en el sentir sin histrionismos ni exageraciones, Tate Mae, erguido y enfrentando las adversidades y la verdad por vergonzosas que sea, como ahora, pues con la propagación de la radiactividad, no duden que ellos como ciudadanos comúnes sienten su vergüenza, por lo que no pueden dominar.-

Agradezco a todos los que de una y otra manera acompañan este momento a mi querido Japón, en las imágenes de dolor que se transmiten al mundo y sus comentarios sobre la integridad que demuestran los ciudadanos sobrevivientes de Fukushima al haber perdido todo en un segundo en el mayor terremoto del siglo y que aun no cesa, y fiel a su sentir “uchi soto y tate mae en la alegría y la tristeza”.

Eiken Hamasaki

Utopía «La unión»

Tuve el temor y la gran esperanza, luego trabajé en ella, me dijeron “No vayas, no entienden nada …” por otro lado decían de mi  “El no sabe Karate…” pero fui igual ante los interrogantes, no pedí ni honores ni comodidades excesivas, solo fui a ver si en sus corazones aun había Karate, si la llama estaba encendida, y encontré lo que buscaba, estaba allí, tapada por excesivos cuestionamientos, técnica, anhelo de poder, materialismo, y sometimiento en aquellos que aman la práctica misma, y el ego inclaudicable entre ellos, la unión solo sería una utopía.-

Conocieron mi corazón, entendieron que no era dueño de ninguna marca y accedieron a escuchar, los unos y ¿los otros?, solo desconfianza, creyeron en otro gran mediador y cuando no resultó como ellos querían, también hablaron de El, pero más escondidos en su individualismo, esperando el desenlace y beneficio, la paradoja es que ellos difundieron el arte en aquellas zonas, pero se olvidaron de difundir lo mas importante, el amor y el deseo de cambiar la historia, abrí un camino diferente, creo haber llegado a sus corazones, inmediatamente me vinieron a la memoria las palabras de este Gran Escritor que aquí comparto, deseándoles a todos un mejor tránsito en esta tierra. Con verdadero amor, los que trabajamos en la construcción del camino del entendimiento.- Les deseo de Corazón…

                        …¡¡¡¡¡¡Feliz Navidad y el mejor Año para todos ustedes¡¡¡¡¡

Eiken Hamasaki

 

“Un día como el de hoy, mi maestro William Faulkner dijo en este lugar: «Me niego a admitir el fin del hombre». No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas, que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra».La soledad de América Latina.”

Gabriel García Márquez; discurso al recibir el premio Novel de Literatura, 8 de diciembre de 1982.